Comunidades conforman Mesa Interétnica por la paz en el Corregimiento Blanquita – Murrí, Frontino (Antioquia)

“Aún falta mucho para construir la paz, por eso nos juntamos y nos seguiremos juntando, todos por este sueño”

Por: Edwin Mosquera

El pasado 25 de noviembre en el corregimiento Blanquita – Murrí, jurisdicción del municipio de Frontino, Antioquia, más de 100 líderes y lideresas de comunidades indígenas, afrodescendientes y Juntas de Acción Comunal se reunieron con el objetivo de dialogar en torno a la  implementación de las herramientas contenidas en el acuerdo firmado entre el Gobierno y FARC – EP, así mismo sobre su papel como constructoras y constructores de paz.

Las comunidades de Blanquita – Murrí recibieron hace más de un año a un colectivo de exguerrilleras/os de las FARC, con quienes vienen construyendo propuestas orientadas al fortalecimiento organizativo.

Éste encuentro comunitario se desarrolló en el marco del proyecto de “De la Guerra a la Paz” de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia – IELCO – y contó también con el acompañamiento de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia; la Agencia para la Reincorporación y Normalización – ARN; el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común – FARC y las Hermanas Misioneras de la Madre Laura.

Como resultado del encuentro, las comunidades conformaron una Mesa Interétnica de Paz que marcará agenda periódica con el fin de fortalecer sus bases organizativas, en este sentido profundizar en la pedagogía del acuerdo y en las medidas de la implementación del mismo. La Mesa también será el mecanismo a través del cual se establezcan puentes con las instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil colombiana y comunidad internacional, para el efectivo cumplimiento de derechos y vida digna en los territorios.

Compartimos la DECLARACIÓN FINAL ENCUENTRO INTERÉTNICO DE LÍDERES Y LIDERESAS POR LA PAZ, *Corregimiento La Blanquita – Murrí, municipio de Frontino. 25 de noviembre de 2018*

Las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas del corregimiento La Blanquita – Murrí, jurisdicción del municipio de Frontino (Antioquia) nos reunimos este 25 de noviembre para dialogar en torno al Acuerdo Final de Paz y el estado de la implementación, así como también profundizar en reflexiones sobre nuestro papel en la construcción de paz, aún más teniendo en cuenta que desde hace un año conviven con nosotras/os un grupo de exguerrilleros/as de las FARC, que están en proceso de reincorporación.

En el segundo aniversario de la firma del Acuerdo Final de Paz, alrededor de 120 líderes y lideresas de las comunidades que habitamos este alejado,  pero hermoso y biodiverso territorio, coincidimos en la necesidad de conocer en profundidad el acuerdo de paz que se firmo entre el
Gobierno colombiano y las FARC-EP y el estado de su implementación, pues allí se encuentran las herramientas orientadas a mejorar las condiciones de vida de la sociedad colombiana y a construir una paz estable y duradera.

Nuestro encuentro contó con el acompañamiento de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), las Hermanas Misioneras de la Madre Laura y la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO) a través del proyecto “De la guerra a la Paz”.

Nosotros/as, quienes vivimos muy de cerca el conflicto, reclamamos la necesidad de avanzar en la eliminación de las causas que dieron origen al mismo, y que lamentablemente aún persisten hoy en nuestro territorio, como la desigualdad social, la ausencia de inclusión y respeto por la diversidad étnica, el abandono del Estado, la falta de acceso a la tierra y a una vida digna. El Acuerdo Final de Paz sin duda alguna ofrece propuestas para resolver precisamente éstas problemáticas, por lo que consideramos necesario que el Estado asuma con determinación y celeridad la implementación de las propuestas que contiene el Acuerdo garantizando nuestra participación directa en ese proceso.

En el encuentro resaltamos algunas de las problema ticas que en el territorio requieren acciones urgentes, entre las que resaltamos:

  • A la fecha existe un problema profundo de acceso a tierras para la población campesina, pues la mayor parte de la tierra que no pertenece a resguardos indígenas esta concentrada en muy pocas
    manos.
  • Nos preocupa la falta de inclusión de varias de nuestras familias al Programa de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito.
  • Requerimos con urgencia la intervención en infraestructuras vial, especialmente en la vía de acceso a La Blanquita-Murrí que se encuentra en pésimas condiciones y empeora aún más en las
    temporadas de invierno.
  • Nos preocupan las amenazas de explotación minera que hay sobre el territorio y que afectan a todas las comunidades, especialmente las indígenas.
  • Las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas de Blanquita – Murrí hemos construido una convivencia muy valiosa y queremos seguir fortaleciendo colectivamente nuestros liderazgos para la participación política conjunta en beneficio de todos/as.
  • Es necesario que el Estado brinde plenas garantías de protección tanto a exguerrilleras/os de las FARC como a los lí deres y lideresas sociales. En la actualidad existen amenazas a líderes de las
    comunidades indígenas y sus líderes en nuestro territorio.
  • Los/as exguerrilleros/as de FARC que hacen parte actualmente de nuestras comunidades mostraron una gran voluntad de paz, partiendo de dejar atrás las armas por las ideas y convivir de
    nuevo con nosotros/as, aportando en el fortalecimiento de la comunidad y trabajando para garantizar un proceso de reincorporación que involucre también a las comunidades.
  • El conflicto armado dejo profundas y complejas afectaciones en nuestras comunidades; las víctimas de los distintos grupos armados legales e ilegales requerimos un reconocimiento y el acceso a los derechos de verdad, justicia, reparación y no repetición que ofrece el Sistema Integral de verdad Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición (SIVJRNR) creado por el Acuerdo, el cual requiere un enfoque integral y diferencial, pues las afectaciones sobre las comunidades étnicas y las mujeres fueron especialmente complejas.
  • Reafirmamos nuestro territorio como un territorio de paz. No queremos ser más estigmatizados, desde hace 20 años hemos sido señalados de ser guerrilleros o de ser sus colaboradores, somos
    constructores/as de paz.
  • Hacemos un llamado al Gobierno nacional para que persista en las conversaciones de paz con el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y puedan llegar a un acuerdo que permita completar el anhelo social de poner fin al conflicto armado interno en el país.

Finalmente, como resultado del encuentro, las comunidades conformamos La Mesa Interétnica de Paz de Blanquita – Murrí, con el fin de fortalecernos en nuestro papel de la construcción de una paz estable y duradera desde y en nuestro territorio. Así mismo, queremos facilitar, en alianza con las entidades del Estado, organizaciones de la sociedad civil colombiana y comunidad internacional, el efectivo cumplimiento de nuestros derechos ciudadanos y la mejora de las condiciones de vida en el territorio.

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