Encuentro ministerial para paz digna y justa

La semana pasada estuvo reunido en la Ciudad de Bogotá el cuerpo ministerial de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, aquí compartimos la nota del encuentro publicada en la página oficial de nuestra iglesia.

encuentro pastoresFueron tres días de intenso trabajo. También de gran avance para la interacción del cuerpo pastoral con el ministerio de diaconía. Igualmente para caminar por el sendero que permita intensificar la misión profética que compete a la Iglesia en todo tiempo y en todo lugar. Para frentear el poder del mal que se traduce en discriminación, marginalización y exclusión.   Encuentro de maneras que dan a conocer el amor de Dios. Primero se compartieron elementos que empoderan para apropiarse de los medios que tiene la IELCO como son la página web y la emisora On Line (www.punto4radio.com). Luego el pastor Ángel Furlan participó la experiencia de la Federación Luterana Mundial sobre Deuda ilegítima y Justicia ecológica.

Al final se abordaron temas del orden pastoral y se desembocó en ¿cómo hacer prácticos los saberes analizados? Conformando grupos de investigación que combinen teoría y praxis con teología bíblica y doctrina. Desde el contexto actual e histórico. Obvio que desde la enseñanza de Jesús de Nazareth el Cristo resucitado que es camino, verdad y vida.

Esto ocurrió entre el 28 y el 30 de Agosto pasados en Bogotá, durante el encuentro escenificado en la congregación El Redentor de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia. Experiencia que se unifica con lo acontecido con los estudiantes de la Escuela Luterana de Teología –ELT- el 24 de Agosto. Y con el Ministerio de Diaconía el 31 de Agosto.

Son los vientos de cambio que se han venido percibiendo. No de manera atropellada sino de forma sosegada, que han marchado lentamente pero de manera segura. Que van preparando a la IELCO para acompañar al pueblo colombiano en un eventual escenario de post conflicto o, incluso, en un hipotético fracaso en los acercamientos de cese de hostilidades.

La tarea es –a todas luces- compleja, han dicho algunos y algunas. La atmósfera no está clara. Hay nubarrones en el cielo que pretende brillar. Los intereses politiqueros de quienes se lucran –no puede ser otra la razón- con la guerra pretenden que la espiral de la violencia no permita discernir que otro mundo es posible. Donde la paz no sea un sueño sino realidad.

Y en este esfuerzo, confluirán tanto los pastores y pastoras con los miembros de diaconía, los futuros teólogos de la ELT y los feligreses común y corriente. Todos como uno. Como parte del cuerpo de Cristo. Constructores de la paz que no da el mundo, sino que proviene de Dios. La Paz del perdón y la reconciliación. De la justicia y dignidad.

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