“Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón”. Proverbios 28:13(NVI).

Juego de roles representando a Sarita y Carlota del cuento Culpando a Otros
El sábado 31-08-2013 trabajamos con las niñas y los niños el tema: Responder al conflicto culpando a otros, del componente de constructores(as) de paz a la luz del evangelio.
Por la gracia de Dios comprendimos qué significa culpar a otros, culpar a otros nos da una excusa para sentirnos víctimas y que hay ayuda para evitar la tendencia de culpar a otros (as) y para cambiar las decisiones.
Luego de cantos y rondas se hizo la narración del cuento “Culpando a otros con Sarita y Carlota” las niñas(os) prepararon un juego de roles en donde escenificaron el cuento y reflexionamos sobre cómo en ocasiones actuamos como Sarita y Carlota tomando decisiones que nos llevan hacia el conflicto. Esto se empeora cuando nos rehusamos a aceptar la responsabilidad de nuestras decisiones y culpamos a otros(as), igualmente hay cinco maneras mediante las cuales intentamos esquivar nuestra responsabilidad:
Culpar: Culpando a otros por nuestras decisiones
Cubrir: Cubriendo lo que hemos hecho mal para que nadie se de cuenta
Dar excusas: Dando excusas por haber hecho algo malo o por no haber hecho algo bueno
Fingir: Fingiendo que lo que pasó no es culpa nuestra
Mentir: Mintiendo acerca de lo que hicimos.
Mediante la dinámica de víctima a vencedor(a) reforzamos que debemos controlar nuestras decisiones sin importar lo que hagan los demás, puesto que con frecuencia queremos que otras personas cambien sus decisiones antes de que nosotras(os) cambiemos las nuestras, si ellos(as) no cambian, tampoco nosotros(as) cambiaremos. Nos permitimos sentir y actuar como víctimas, Dios quiere que seamos vencedores (as) en vez de víctimas. Para eso utilizamos las lecturas de Lucas 23:34, Hechos 7:59-60 y Hechos 16:25 las niñas(os) identificaron en estos pasajes bíblicos que los personajes fueron tratados mal e injustamente mas sin embargo por su confianza en Dios eligieron ser vencedores en vez de victimas.
Terminamos con las oraciones de las niñas (os) pidiendo a Dios que nos ayude a centrar nuestro corazón en él para actuar como vencedores y vencedoras y evitar nuestra tendencia a culpar a los y las demás de nuestras decisiones.