
Todos los seres humanos somos únicos y especiales y todos nos ha dotado Dios de capacidades únicas y especiales y nos invita a ponerlas al servicio de los demás. Cristianas y cristianos además creemos que desde nuestro bautismo Dios nos ha dado dones por su Espíritu, a fin de que participemos en el ministerio de amor, que es la obra de Cristo en el mundo. Todos tenemos diferentes dones, diferentes funciones y una sola tarea: llevar el amor de Dios al mundo. He aquí un buen propósito en la vida: descubrir el don de su Espíritu en mi vida y participar de la obra de Dios en el ministerio específico al cual me ha llamado.
Oración: Señor, hazme un instrumento de tu paz. Amén (Francisco de Asís)